Un blog de Malena Millares

domingo, 7 de septiembre de 2014

ÓSCAR, PURO ARRAIGO





Orgulloso de su paisano.
Por puro arraigo lo normal es hacerse seguidor del equipo de la tierra que nos ha visto nacer, y en nuestro caso es la Unión Deportiva Las Palmas; pero también es usual ser simpatizante de algún otro equipo, uno que tenga mayor presupuesto, uno en el que sus figuras puedan ofrecernos siempre un mejor espectáculo. Los distintos medios de comunicación nos dan información actualizada sobre la historia, jugadores y el tejemaneje de todos los clubes de fútbol, y así es fácil distraerse y no centrarnos en lo nuestro, en lo más cercano. Quizá sea mi generación y las precedentes las que vibremos con un solo equipo y ningún otro más, sin menoscabar el disfrute del fútbol en general. Pero en la corriente actual hay excepciones que se deben hacer notar. Una de ellas es mi sobrino, Óscar Millares Mateo, que en mayo cumplió nueve años. Aunque nació en Las Palmas de Gran Canaria, reside en Rivas (Madrid) desde sus primeros días.

Con J.C. Valerón y Aythami.


No tiene nuestro acento. Imposible que fuera así estudiando en un colegio madrileño y rodeado de amigos peninsulares; pero aseguro que su sangre no puede ser más canariona, ni su amor más incondicional por el escudo de la UD. La 'culpa' es de sus padres,  que han sabido inculcar al niño sentimientos y respeto por lo suyo. Sabiendo yo lo que para él significa la historia del club, y de su admiración por los jugadores veteranos, le invité junto a sus padres, su hermana Violeta y su cuñado Gabri, a venir a casa una tarde/noche de agosto, para que conociera a José Manuel León (Mamé LEÓN). Aún me sorprende y me emociona recordar lo atento que estuvo escuchando hasta las tantas las anécdotas y consejos de Mamé. No tuvo reparo en preguntarle cosas y disfrutó como un adulto de la conversación. Quise saber si, además de la Unión Deportiva, era de otro equipo. Su respuesta fue inmediata, –no, sólo de la Las Palmas –, algo que resulta extraño para esa edad. No en vano resiste muchas horas en coche con relativa frecuencia para llegar a esos campos de la segunda división y ver jugar a su equipo. Oscar juega al fútbol y lo hace bien. A juicio de quienes lo ven es delantero centro nato, y marca en cada partido. No concibe entrenar sin el equipaje amarillo y azul, a pesar de que juega en otro sitio. ¿Compensará así su lejanía de la isla?

Con sus padres y los gemelos Castellano, en Córdoba.



Estuvo en el Covibar (Rivas) y mañana empezará con ilusión a entrenar en su nuevo equipo, el Simancas.  Es disciplinado y muy tenaz en el deporte, y a la vez un buen estudiante. Debido a la profesión de sus padres, Óscar y Nieves, está directamente relacionado con el mundo del arte, lo que ha despertado en él una enorme sensibilidad. Practica también atletismo y ha sido merecedor de algunas medallas. Tiene muy claro que quiere ser futbolista profesional, aunque la vida luego le lleve por otro camino; y no quiere ser Leo Messi ni Cristiano Ronaldo. No, el sueña con jugar algún día en el equipo de su tierra y poder emular a sus ídolos. Por fortuna, conozco a niños que sienten como él, pero este me toca de cerca. Son nueve años muy bien definidos. Voluntad y decisión en un cuerpo de niño. Educación y disciplina que le inculcan sus padres.


En Vallecas, año 2012.
Querido sobrino, me gustó mucho estar contigo. ¿Nos vemos en tus próximas vacaciones?


Fotos de su álbum


Con Candela, su compañera de colegio.

En la tienda de Píomanía


Con Nauzet Alemán.




El Roque Nublo y Óscar.

Su habitación. El azul y amarillo presentes.

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